Aproximadamente el 70% de las pyme españolas son empresas familiares, lo que supone alrededor del 57% del Producto Interior Bruto (PIB), y el 67% del empleo en el sector privado.
La empresa familiar no es un tipo societario, ni tiene regulación específica propia. Los interesados pueden optar por cualquiera de las formas jurídicas típicas admitidas.
Una pyme no es lo mismo que una empresa familiar, ni tampoco que todas las empresas familiares sean pequeñas o medianas empresas, puesto que hay casos como el de Inditex o Ferrovial entre otras, que son empresas familiares y forman parte del IBEX 35, debiendo revestir en éste último caso necesariamente la forma de Sociedad Anónima (SA).
Si tienes una empresa familiar o estás pensando en constituirla, y tienes dudas al respecto, desde AYCE Laborytax vamos a tratar de resolverlas, explicándote todas y cada una de las diferencias existentes entre una pyme y una empresa familiar.
¿Qué es una empresa familiar?
Decimos que una empresa es familiar cuando la mayor parte de sus acciones pertenecen a una misma familia, y los miembros de dicha familia intervienen de manera directa y decisiva tanto en la administración, como en la dirección del negocio.
Por lo general, la empresa familiar acostumbra a ser más sólida que la no familiar, aunque existe la tendencia de que con el paso del tiempo, el porcentaje de familiares que trabajan en la empresa se va reduciendo.
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Son tres las principales características que reúne una empresa familiar:
- Se trata de una propiedad concentrada en un grupo familiar.
- Los familiares participan de manera directa en la gestión y administración de la empresa.
- La empresa tiene vocación de continuidad familiar, manteniendo los valores empresariales en cada generación.
Hay que destacar que en la empresa familiar conviven dos ciclos de vida distintos: el ciclo de vida de la empresa, y el ciclo de vida de la familia.
El primer ciclo se centra en la gestación de la empresa, es decir, en la constitución, el desarrollo y la maduración. Por otro lado, el ciclo de vida de la familia, va desde la empresa familiar a la empresa empresaria.
Diferencias entre empresa familiar y pyme
La principal diferencia entre una pyme y una empresa familiar está en su propiedad. Dicho esto, para que una empresa pueda ser considerada como familiar desde el punto de vista fiscal, es fundamental que esté constituida como Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) o Sociedad Anónima (SA). Asímismo, el grupo familiar deberá ser propietario de al menos un 20% del total de la empresa, o de un 5% a nivel individual.
Normalmente las empresas familiares comienzan su actividad como pymes, principalmente porque es complicado acceder a la financiación necesaria para ampliarse, especialmente durante la primera etapa. Con el paso del tiempo, si se encuentra una buena oportunidad y se asumen los riesgos pertinentes, la empresa familiar podría continuar creciendo.
También hay que destacar que la empresa familiar, por lo general, acostumbra a crecer de una manera mucho más estable y constante. Además, suele presumir de una mayor rentabilidad que las pymes, y se gestiona más fácilmente, de manera eficiente y con total transparencia.
Otras ventajas competitivas de la empresa familiar:
- Orientación a largo plazo y mayor grado de unidad.
- Mayor porcentaje de autofinanciación y reinversión para financiar el crecimiento de la empresa.
- Mayor estabilidad laboral para empleados y directiva.
- Mayor vinculación con los clientes, que se traduce también en una mayor satisfacción.
- Mayor conocimiento del mercado.
- Flexibilidad competitiva.
Ventajas fiscales de las empresas familiares
Las empresas familiares que se han constituido como pymes, pueden aprovecharse de los diferentes programas de apoyo público disponibles, a los cuales no pueden acceder las grandes empresas.
Además, el Estado ofrece una serie de beneficios fiscales con la intención de potenciar el crecimiento de las pymes, como la opción de deducir el total de los gastos en inversiones, o poder compensar las bases imponibles negativas, aplicando una reducción fiscal de hasta un millón de euros a la base imponible positiva.
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Para que una empresa familiar pueda acceder a estas ventajas, no puede contar con más de 50 trabajadores en plantilla, mientras que su facturación anual no puede superar los 5,7 millones de euros.
Aquí hay que añadir un beneficio fiscal adicional, al que únicamente puede acogerse una empresa familiar, que trata de una reducción de hasta el 95% o 99% de la base imponible en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Esta reducción únicamente se aplica a descendientes directos o al cónyuge, y para ello no es obligatorio que el heredero que asuma la dirección previamente haya tenido participación en la empresa.
En ocasiones, las acciones de la empresa familiar también quedar exentas del Impuesto sobre el Patrimonio.
Conclusión
Aunque la mayoría de pymes de nuestro país son empresas familiares, hay que tener claro que una empresa familiar y una pyme no deben por qué ser lo mismo. Al constituir una empresa familiar como pyme, podrá aprovecharse de una serie de ventajas competitivas y fiscales, muy a tener en cuenta.
Cualquier tipo de duda al respecto, contacta con el equipo de asesores fiscales de AYCE Laborytax para que puedan ayudarte.
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