Cuando hablamos de trabajo invisible, nos estamos refiriendo a ese trabajo realizado por los empleados de una empresa, fuera de su horario laboral. Un tipo de trabajo que con el auge de las nuevas tecnologías y, la posibilidad de que cada trabajador pueda atender cuestiones laborales desde cualquier parte, simplemente con tener un Wifi a su disposición, no ha hecho más que crecer en los últimos años.

A día de hoy, independientemente del sector laboral al que pertenezca, cualquier trabajador puede atender a un requerimiento urgente por parte de la empresa en la que trabaja, o incluso directamente por parte de un cliente, desde su domicilio, fuera de la jornada laboral o incluso durante las vacaciones.

Esto ha llevado a que cada vez, la línea que separa la vida laboral y personal de los empleados sea más estrecha, lo que complica que se pueda disfrutar de la tan necesaria desconexión laboral.

¿En qué punto se encuentra el trabajo invisible en España?

Un estudio realizado por el portal de empleo Infojobs, nos informa de que el 51% de la población activa española afirma responder correos electrónicos o atender a llamadas de la empresa fuera de su horario laboral. Una cifra que aumenta hasta el 90% en el caso de los directivos.

Pero el principal problema en nuestro país, está en que el trabajo invisible y la falta de desconexión laboral están dejando de ser algo puntual, para convertirse en situaciones totalmente normales y corrientes, lo que se traduce en un aumento del estrés y la ansiedad en los trabajadores.

El derecho a la desconexión laboral se presenta como medida para evitar este fenómeno, conocido como “síndrome del trabajador quemado” o “burnout

En cualquier caso, con la ley en la mano, un trabajador nunca podría ser sancionado por la empresa, si decidiera no atender a urgencias que podrían surgir, fuera de su puesto de trabajo. De hecho, simplemente con que un trabajador esté localizable y a disposición de la empresa, fuera de su horario laboral, ya debería ser tratado como un plus de disponibilidad.

Empresas que sí se han sumado al cambio y defienden la desconexión laboral

Pero al hablar de trabajo invisible, no todo es oscuro, puesto que hay empresas que parece que sí están dispuestas a respetar el derecho a la desconexión laboral de sus empleados. Este es el caso del Banco Santander, de Ikea o de AXA, que han apostado por plantear una evolución del puesto laboral, en el que cada vez comienza a ser más habitual el teletrabajo o la flexibilidad horaria.

Éstas empresas, entre otras, han negociado directamente con los sindicantos representantes de los trabajadores, con el objetivo de conseguir que aparezcan nuevas opciones para los trabajadores, impulsados por la necesidad de convivir con el entorno en desarrollo.

La idea de estas empresas es poder garantizar el bienestar de sus empleados, evitando síndromes como el “burnout” (estrés crónico del trabajador quemado), la tecnofatiga (cansancio provocado por la acumulación de tecnología informática) o el estrés anticipatorio (estrés generado por la espera de recibir un email fuera del horario de trabajo).

Pero para ello es fundamental acabar con la cultura del trabajo presencial, y comenzar a aplicar poco a poco una cultura que se centre más en los resultados del trabajo, en la mejora de la productividad y en el cumplimiento de los objetivos por parte de los empleados.

Conclusión

La realidad es que en España, en cuanto a trabajo invisible se refiere, todavía andamos por detrás de otros países como Francia o Alemania, con más del 51% de los españoles trabajadores reconociendo que atienden urgencias de sus empresas fuera del horario laboral.

Está comprobado que si fuera de tu jornada laboral, recibes una llamada, un mensaje o un correo electrónico de tu jefe o relacionado con tu trabajo, automáticamente tu mente ya no descansa, de ahí la importancia de colaborar entre todos para tratar de proteger el espacio personal de los trabajadores y garantizar la desconexión laboral.