Síndrome del trabajador quemado

Un trabajador expuesto a un constante estrés laboral puede acabar desarrollando estrés crónico, que en muchos casos va acompañado de problemas físicos y psíquicos, que hacen que poco a poco el trabajador vaya desgastándose y desmotivándose, siendo cada vez menos productivo para la empresa.

A esta situación se le conoce como “el síndrome del trabajador quemado”, que se caracteriza por un agotamiento físico y mental de los trabajadores, y una importante falta de rendimiento.

Es muy importante detectarlo a tiempo y tomar medidas para prevenir el burnout en tu empresa, tanto por el bien de tus trabajadores, para poder ayudarles a revertir esta situación, como por el bien de tu empresa, ya que el rendimiento de los trabajadores que padecen el síndrome del trabajador quemado o ‘burnout’ cae en picado.


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¿Qué es el síndrome del empleado quemado?

El síndrome del trabajador quemado es un trastorno emocional cada vez más presente en el ámbito laboral, causado por el constante estrés en el trabajo y el estilo de vida de los empleados, que puede tener graves consecuencias para la persona que lo padece, tanto a nivel físico como psicológico.

Síndrome del trabajador quemado

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido este trastorno como una enfermedad laboral que afecta aproximadamente al 10% de la población activa en todo el mundo.

Los síntomas más comunes del síndrome del trabajador quemado son la depresión, la ansiedad y el agotamiento físico y mental, y aparece principalmente en empleados que han escogido sus trabajos de forma vocacional, y en los sectores financieros, comerciales, sanitarios y de atención al cliente.

En un primer momento el síndrome del trabajador quemado o ‘burnout’ afecta principalmente a la vida laboral, pero si no se le pone solución, también podría llegar a afectar a todas las situaciones cotidianas, incluida la vida social y familiar.

Un problema que cada vez está más presente en el seno de las empresas, y que hace que muchos empleados se vean obligados a solicitar la baja por síndrome del trabajador quemado.


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Pautas para detectar el burnout en tu empresa

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo ha identificado el síndrome del trabajador quemado en cuatro fases, con el objetivo de ayudar a las empresas y empleados a detectarlo, para así tomar las medidas necesarias para ponerle solución.

  • Entusiasmo: Especialmente cuando se trata de un trabajo vocacional con el que se sueña desde pequeño, es habitual que el trabajador tenga mucha energía y entusiasmo, cuente con unas expectativas muy positivas y no le importe alargar la jornada laboral y hacer horas extras. Esto en un primer momento puede ser positivo, pero con el paso del tiempo y sin darnos cuenta, puede llegar a provocar un importante desgaste.
  • Estancamiento: Otra fase que se da en la mayoría de casos del síndrome del trabajador quemado o burnout es la del estancamiento, que aparece cuando no se están cumpliendo las expectativas profesionales depositadas en el puesto de trabajo. Cuando esto ocurre, es habitual que exista un importante desequilibrio entre el esfuerzo y los resultados obtenidos.
  • Frustración: Del estancamiento pasamos a la frustración, que llega acompañada de la desmotivación y desmoralización. Aquí el trabajador poco a poco va perdiendo la ilusión por el trabajo, lo que provoca una gran irritación, llegando a provocar conflictos y mal ambiente con el resto de trabajadores.
  • Apatía: La última fase del síndrome del empleado quemado es la apatía, presentando un cambio de actitud hacia una postura defensiva, que en algunos casos llega a hacer insostenible su presencia en el puesto de trabajo.

Síndrome del trabajador quemado¿Cómo prevenir y solucionar el síndrome del trabajador quemado o burnout?

Dado que se trata de un trastorno cada vez más habitual, es importante que las empresas tomen medidas para tratar de prevenir y solucionar el síndrome del trabajador quemado o burnout, tanto para ayudar a sus propios trabajadores, como para evitar descensos en su productividad.

Lo más importante para poder actuar, es que cuando detectemos que un trabajador está excesivamente quemado y desconectado, le ofrezcamos ayuda profesional para que le diagnostiquen el problema, y para recibir terapia que le ayude a reducir el estrés.

Hay que detectar los factores que causan el estrés laboral y buscar las solución más eficaz, para conseguir que los trabajadores puedan estar más relajados.

Para ello, una de las acciones más eficaces es fomentar las técnicas de relajación y el ejercicio físico, que son dos prácticas que está comprobado que ayudan a reducir la ansiedad de los trabajadores, a descargar adrenalina y desconectar de los problemas laborales.

Además, contar en plantilla con un fisioterapeuta que se encargue de descargar la tensión física de los trabajadores también es altamente recomendable, ya que el síndrome burnout genera problemas físicos y dolores musculares de todo tipo.

Otra opción es recurrir a un profesional que enseñe a los trabajadores a gestionar las emociones, ayudándolos a salir exitosos de situaciones complicadas y a mantener una postura asertiva.

 

Asimismo, practicar el “Team Bulding” también será muy beneficioso para los trabajadores, ya que se trata de una práctica destinada a mejorar la productividad y la actitud de los empleados, fomentando el trabajo en equipo y la cohesión entre diferentes trabajadores.

Por último, invitar a los trabajadores a que lleven un estilo de vida saludable es fundamental, siendo clave descansar el número de horas necesarias y llevar una alimentación que no provoque problemas en el trabajo.

Síndrome del trabajador quemado

Conclusión

El síndrome del trabajador quemado aparece cuando un empleado está expuesto a elevados niveles de estrés laboral, y va acompañado de un importante desgaste mental y físico, que se traducen en un descenso de su productividad y en un inadecuado ambiente de trabajo.

Por parte de las empresas es importante tratar de detectarlo lo antes posible, además de tomar las medidas necesarias para prevenirlo, y ponerle solución.