Cuando se habla de un precontrato laboral se alude a un contrato que firman el empleador y el futuro empleado, con el fin de fijar las condiciones que, más tarde, se reflejarán en un contrato laboral como tal. También puede denominarse carta de compromiso de contratación.

El precontrato laboral lo llevan a cabo pocas empresas y sirve para dar la seguridad al trabajador de que en el futuro el contrato laboral se formalizará y garantizar a la empresa el compromiso del trabajador.

No debe entenderse como un contrato de trabajo, ya que no da derecho a salario, ni a acumular antigüedad, ni ninguna obligación laboral similar. Simplemente es un compromiso de contratación futura.

¿Cuándo se utiliza un precontrato laboral?

El precontrato laboral tiene lugar cuando un trabajador ya tiene puesto de trabajo y recibe una buena oferta de otra empresa.

Dejar un trabajo es complicado, por ello la nueva empresa realiza un precontrato donde se define el puesto, las funciones, las condiciones… En resumen, lo necesario para darle al trabajador la confianza para cambiar de trabajo con tranquilidad. También se usa para contratar personal muy cualificado o deportistas profesionales.

También puede emplearse cuando se contratan trabajadores extranjeros. Un precontrato laboral en extranjeros será válido cuando el trabajador cumpla la condición de obtener la autorización de residencia y trabajo, y cuando el empresario le dé de alta en la Seguridad Social.

Modelo de precontrato laboral

El modelo de precontrato laboral dependerá de las circunstancias de cada trabajador, del puesto que se va a desempeñar y de las condiciones que se deseen establecer.

En el modelo de precontrato de trabajo es común incluir una serie de conceptos:

  • La fecha prevista en la que se firmará el contrato de trabajo en el futuro.
  • Las condiciones que ambas partes se comprometen a cumplir, como puede ser la finalización de unos estudios, la obtención de una licencia, la curación de una lesión, etc.
  • El tipo de contrato que se firmará en el futuro, el puesto que se ofrece, las funciones del trabajo y el salario pactado, el horario, las vacaciones…
  • Todos los pactos que se realicen, por ejemplo, para las cláusulas de no competencia, las de exclusividad o la indemnización en los casos en que el contrato se rompa o no se cumpla.
  • Justificantes de la adquisición de las autorizaciones y licencias necesarias para trabajar.
  • Cualquier otra eventualidad o condición que se desee reflejar.

 

Cómo se realiza el precontrato laboral en España

Un precontrato laboral puede ejecutarse de modo verbal o por escrito. Lo negativo de la forma verbal es que es difícilmente demostrable si surgiese algún problema. La forma escrita es mucho más segura y crea la obligación legal de cumplimiento.

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No es correcto que una conversación en la que se advierta la intención de contratar a alguien sea considerada como un precontrato, pues no es así. Tampoco el anuncio de que se es candidato al puesto o de que se va a participar en el proceso selectivo.

Para que un precontrato tenga validez debe darse una intención clara de contratar al trabajador en un futuro cierto con unas condiciones pactadas de antemano.

Este precontrato laboral, en ocasiones, se confunde con el contrato laboral de inicio diferido.

La diferencia es que el primero establece un compromiso de formalizar un contrato laboral en un futuro cercano, mientras que el segundo es un contrato laboral como tal, que se firma en una fecha anterior al comienzo de la relación laboral, por ejemplo, un entrenador de fútbol que firme en mayo, pero no empiece a trabajar hasta después de las vacaciones.

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¿Qué supone el incumplimiento del precontrato laboral?

Al tratarse el precontrato de un documento legal y firmado en el que las partes se comprometen a adquirir una serie de obligaciones, su incumplimiento acarrea una serie de consecuencias.

En el caso de que sea el trabajador quien lo incumpla, la empresa puede exigir el pago de una indemnización por daños y perjuicios, por ejemplo, por los gastos de la formación o por las ganancias que han dejado de percibir por no poder contratarle.

Sería igual en el caso de que fuese la empresa quien incumpliese el precontrato, pues el trabajador puede haber efectuado unos gastos, por ejemplo, en formación, viajes o mudanzas. Pero esta reclamación solo podrá ceñirse a una indemnización, porque no es viable exigir a la empresa la incorporación del trabajador.

La cuantía de la indemnización no está fijada por ley, por lo que su señalamiento se hará dependiendo de cada caso. Lo que sí es posible hacer es fijar una cantidad en el precontrato para los casos de incumplimiento.

Para solventar un incumplimiento del precontrato laboral, sea cual sea la parte infractora, deberá interponerse una demanda en los Juzgados de lo Social y aportar todas las pruebas que existan.

El plazo para reclamar una infracción del precontrato es de 1 año desde el incidente.

La figura del precontrato no es de las más usadas en nuestro país, pero es importante conocerlo y consultar a asesorales laborales profesionales para poder defender nuestros derechos.