Qué es una factura simplificada

Desde el año 2013, con la entrada en vigor del Reglamento de Facturación aprobado en el Real Decreto 1619/2012, en España disponemos de la factura simplificada, que es aquella factura que debe emitirse en todas aquellas actividades, en las que anteriormente era suficiente con un ticket de compra.


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¿Qué es la factura simplificada?

La factura simplificada es la más común en la actualidad, y desempeña el papel que antiguamente tenían los tickets de compra.

Admitida por la Agencia Tributaria, deben darse una serie de circunstancias para su expedición, ya que el importe de la transacción no podrá superar los 400 euros (IVA incluido).

Asimismo, también se puede emitir una factura simplificada si el importe no supera los 3.000 euros y está relacionada con las siguientes transacciones:

  • Estacionamiento de vehículos.
  • Servicios de hostelería y restauración.
  • Ventas o servicios a domicilio.
  • Transportes de personas y equipajes.
  • Uso de autopistas de peaje.
  • Alquiler de películas.
  • Ventas al por menor.
  • Uso de instalaciones deportivas.
  • Revelado de fotografías y estudios fotográficos.
  • Ventas o servicios de ambulancia.
  • Servicios de tintorería y lavandería.
  • Peluquerías e institutos de belleza.

Por el contrario, no se pueden emitir facturas simplificadas en las entregas de bienes intracomunitarias ni en las ventas a distancia. Tampoco cuando se trate de transacciones no localizadas en el territorio de aplicación del impuesto.

¿Qué datos debe contener una factura simplificada?

 datos a tener en cuenta en una factura simplificada

Como el resto de facturas, al emitir una factura simplificada debe contar con una serie de datos indispensables:

  • Número de factura correlativo.
  • Fecha de emisión.
  • CIF o NIF del emisor.
  • Nombre y apellidos o razón social del emisor.
  • Descripción de los bienes o servicios.
  • Tipo impositivo de IVA.
  • Importe total a pagar.

Además, en caso de que el destinatario quisiera deducirse el IVA de la factura simplificada, también deberá aparecer el NIF del destinatario y su razón social, además de la cuota repercutida que se debe consignar de forma separada.


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¿Qué diferencias hay entre una factura simplificada y una factura ordinaria?

La principal diferencia entre una factura ordinaria y simplificada, es que la factura ordinaria es más completa y contiene una mayor cantidad de datos. Esto se debe a que la simplificada se utiliza para sustituir al clásico ticket de compra, mostrándose como un justificante más completo a efectos fiscales, y esta es la razón por la que únicamente es válida para una cantidad máxima y una serie de sectores concretos.

¿Qué otros tipos de facturas tenemos en España?

> Factura electrónica

Cada vez son más los profesionales que se acogen a las facturas electrónicas, olvidándose del papel y facilitando su organización. Además, desde 2015, los proveedores de organismos públicos están obligados a utilizar la factura electrónica.

> Factura rectificativa

La factura rectificativa consiste en una rectificación de una factura original, que se utiliza para corregir un error, únicamente cuando se den las situaciones reconocidas por la legislación vigente.

> Factura recapitulativa

La factura recapitulativa es muy útil cuando un cliente recurre dentro de un mes a los servicios o productos de una misma empresa. De esta forma, en vez de emitir varias facturas, se incluye todo en una factura recapitulativa, lo que ahorra tiempo y recursos.

> Factura proforma

La factura proforma se caracteriza porque no va firmada, sellada ni numerada, ya que no es una factura como tal. Este tipo se utiliza para informar a un cliente sobre el precio de un producto o servicio, desempeñando el papel de un presupuesto.

 

Conclusión

En definitiva, la factura simplificada se utiliza como sustitución al clásico ticket de compra, que sirve para poder deducirse gastos, siempre y cuando no superen los 400 euros.