El pasado mes de febrero de 2020 el Gobierno aprobó la entrada en vigor de la tasa Tobin y la tasa Google, y en este post nos vamos a centrar en la primera tasa, que es un tipo de impuesto a las transacciones financieras (ITF) con el que el Gobierno espera obtener una recaudación de unos 850 millones de euros.


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¿Qué es la tasa Tobin?

La tasa Tobin en España es un impuesto destinado a gravar las transacciones financieras entre divisas,  las cuales se llevan a cabo con pagos al contado.

Con la entrada en vigor de la tasa Tobin en España, se cobraría un 0,2% sobre la venta o compra de acciones de conversión entre divisas, con el objetivo de combatir y penalizar la especulación monetaria a corto plazo, que puede poner en riesgo la estabilidad de la divisa de un país.

El impuesto de la tasa Tobin se aplicará a todas las operaciones de compra de acciones españolas llevadas a cabo por operadores del sector financiero, independientemente de la residencia de las personas o entidades que participen en la operación, así como del país en que se lleve a cabo la negociación.

Con la aplicación de este impuesto el Gobierno espera recaudar alrededor de 850 millones de euros, que irían destinados a equilibrar las cuentas de la Seguridad Social y así ayudar a sufragar las pensiones.

La tasa Tobin se debe a James Tobin, un reconocido economista estadounidense que fue Premio Nobel de Economía en 1981, que en 1972 trató de frenar la especulación con divisas a nivel mundial con la implantación de un modelo impositivo basado en el keynesianismo, diseñado para desacelerar la especulación de divisas acontecida tras la salida de Estados Unidos de los acuerdos de Bretton Woods, aplicando un gravamen del 0,5% a los flujos de capitales.

Cómo funciona la tasa Tobin en España

La tasa Tobin en España aplicará un impuesto del 0,2% a las operaciones de adquisición de acciones de sociedades españolas con una capitalización bursátil superior a los 1.000 millones de euros.

La liquidación del impuesto tasa Tobin será mensual, y los contribuyentes tendrán que presentar una declaración anual. El sujeto pasivo será el intermediario financiero que transmita o ejecuta la orden de adquisición, que tendrá que presentar una declaración anual del impuesto.

Este impuesto no se aplicará a la compra de acciones de PYMEs y empresas que no coticen en bolsa. Tampoco a las salidas de empresas a bolsa.

¿A quién afecta el impuesto de la tasa Tobin?

La tasa Tobin afectará a la compra de acciones de empresas que coticen en bolsa con una capitalización superior a 1.000 millones de euros. Se estima que en España son alrededor de 65 empresas, entre las cuales se encuentran todas las del Ibex 35.

De este modo, a la compra de acciones de empresas que coticen con más de 1.000 millones de capital se le aplicará un gravamen del 0,2%, independientemente del beneficio o pérdida patrimonial que suponga esta operación.

Asimismo, la tasa Tobin no se aplicará a operaciones con acciones de empresas que no coticen en bolsa o tengan una capitalización bursátil inferior a 1.000 millones, ni a las PYMEs. Tampoco se aplicará a la compra de títulos de deuda pública o privada, ni a las operaciones con CFDs.

Los expertos aseguran que este impuesto afectará directamente al pequeño inversor en bolsa, ya que un acumulado del 0,2% restará una importante cantidad a las inversiones, repercutiendo negativamente a la rentabilidad de este tipo de inversiones.

Del mismo modo, se prevé una caída del volumen de negociación en la bolsa,     así como una caída de rentabilidad de productos como fondos de inversión o planes de pensiones.

Países con tasa Tobin

Desde hace años se ha intentado imponer una tasa común en la Unión Europea, especialmente durante los peores momentos para el €uro, cuando se planteó un gravamen del 0,1% para la compra de acciones y del 0,01% para derivados.

Países como Bélgica, Francia o Italia ya tienen un impuesto a las transacciones financieras desde hace tiempo, y han servido de inspiración a otros países como España o Alemania, que recientemente ha lanzado una propuesta muy similar a la que propone el Gobierno español.

La tasa Tobin francesa recaudó 1.450 millones de Euros en 2017, cuando se aumentó su gravamen al 0,3%.

Uno de los países que tal y como ha reconocido la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha servido como inspiración de la tasa Tobin en España, ha sido Francia, que introdujo este impuesto en 2012, que grava con un 0,3% la compraventa de acciones cotizadas de empresas con una capitalización bursátil de más de 1.000 millones de euros. Además, Francia suma un 0,01% a los derivados sobre bonos de países de la Unión Europea y sobre las operaciones de alta frecuencia.

En otros países como Italia la tasa Tobin se introdujo en 2013 con un gravamen del 0,2% sobre la compraventa de acciones y del 0,2% para operaciones con derivados. Excepto el primer año, en Italia la recaudación siempre ha superado los 400 millones de euros.

Conclusión

En definitiva, la tasa Tobin es un impuesto del 0,2% a las transacciones financieras (ITF) con conversión entre divisas que se producen al contado, cuyo principal objetivo es frenar la especulación monetaria. Con este impuesto el Gobierno de España espera recaudar alrededor de 850 millones de euros, que irían destinados a sanear las cuentas de la Seguridad Social para tratar de sufragar las pensiones.