Contrato de becario

En los últimos tiempos, hemos visto que muchas empresas apuestan por hacer un contrato de becario a sus nuevos empleados, con el objetivo de beneficiarse de las innumerables ventajas que ofrecen este tipo de contrataciones.

La figura del becario en una empresa desempeña un papel muy importante, y en teoría debería mostrarse como una oportunidad para jóvenes que buscan adentrarse en el mundo laboral y ganar experiencia, pero lo cierto es que en la mayoría de casos no es así.

Al contratar becarios la empresa se compromete a la formación de estos nuevos trabajadores.

Sin embargo, son muchas las empresas que únicamente optan por este tipo de contratos laborales para ahorrarse la reducción de costes que supone la contratación de este tipo de trabajadores, tratándolos como a cualquier otro empleado, e incluso exigiéndoles un rendimiento superior.

De modo que, si eres una persona joven, te encuentras en los últimos cursos de tu carrera o estás recién graduado y estás buscando un contrato como becario, es importante que no te dejes llevar por las ganas de incorporarte al mercado laboral y te asegures de que se cumplirán por parte de la empresa las condiciones que regulan esta modalidad.

El problema está en que en la mayoría de casos son los propios becarios los que no saben si realmente la empresa está o no cumpliendo estas condiciones.

Por ello, desde AYCE Laborytax hemos preparado un post en el que te vamos a explicar las 10 modalidades diferentes de contrato de becarios. Toma nota.

Contratación de becarios: 10 modalidades diferentes

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1 – Titulados sin experiencia

La contratación de titulados sin experiencia es una de las más habituales. Se trata de un contrato de prácticas no laborales para personas tituladas que no dispongan de experiencia en el mundo laboral.

Está pensada para personas de entre 18 y 25 años con titulación universitaria o un grado formativo medio o superior, y tiene como objetivo principal fomentar la inserción laboral de jóvenes sin experiencia.

La duración de este tipo de contratos puede ser de 3 a 9 meses, ofreciendo beneficios a ambas partes: el becario obtiene experiencia y la empresa disfruta de una serie de beneficios fiscales.

2 –Formación de empleo

Este tipo de contrato está destinado a personas desempleadas que buscan adentrarse en el mundo laboral. Favorece la inserción y complementa la formación de los cursos realizados en el INEM.

Los becarios con este tipo de contratos reciben una cantidad simbólica que cubre gastos de desplazamiento o manutención.

3 – Certificado de profesionalidad

Los certificados de profesionalidad están pensados para personas que se encuentran cursando estudios de certificado de profesionalidad.

Son similares a la antigua Formación Profesional (FP), complementando con la práctica la formación teórica que han recibido los becarios en el centro de formación.

Este tipo de contrataciones tienen una duración de entre 40 y 160 horas.

4 – Formación Profesional Dual

Se trata de una variación de la Formación Profesional enfocada a la inserción laboral.

Aquí se combina el aprendizaje en el centro de formación con las prácticas en la empresa, con una duración del contrato de entre 600 y 700 horas.

Por Ley no incluye ningún tipo de remuneración, pero son muchas las empresas que incluyen algún tipo de prestación económica para que los becarios puedan cubrir los gastos de dietas o desplazamiento.

5 – Prácticas externas

Se trata de contratos destinados a jóvenes que se encuentran cursando cualquier tipo de titulación.

Son las prácticas universitarias por excelencia, y habitualmente suelen ser la primera puesta en contacto con el mundo laboral de todo joven universitario.

Suelen llevarse a cabo en la segunda parte del plan de estudios y, en muchos casos, son obligatorias para los estudiantes, pudiendo convalidarlas posteriormente con créditos de libre elección.

La duración máxima de este tipo de prácticas es de 1500 horas, y la remuneración económica dependerá de cada empresa.

Es obligatorio que la empresa dé de alta al estudiante en la Seguridad Social.

6 – Contrato en prácticas

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En este caso, hablamos de contrataciones de personas que ya han obtenido la titulación universitaria, siempre y cuando no hayan pasado más de cinco años.

Sirven para completar la formación universitaria, y tienen una duración de entre seis meses y dos años.

Con los contratos de prácticas, las empresas reciben bonificaciones por parte de la Seguridad Social que oscilan entre el 50% y el 75% de reducción de la cuota.

Por otro lado, la remuneración que reciben los becarios será de un 60% del puesto ocupado en el primer año, aumentando hasta el 75% en el segundo año; aunque el convenio colectivo puede mejorar dicho porcentajes.

7 – Contrato a tiempo parcial con vinculación formativa

Se trata de un contrato destinado a personas menores de 30 años en situación de desempleo, que no cuenten con experiencia en el mundo laboral o esta sea menor de tres meses, que estén en situación de desempleo y lleven más de doce meses inscritas en una oficina de empleo, o que no tengan el título de ESO ni de Formación Profesional.

El objetivo de este tipo de contratos es fomentar la formación de estas personas y facilitar su entrada al mercado laboral.

Cuentan con una duración de un año, con la posibilidad de ampliarlo dos años más, siempre y cuando la jornada laboral no sea un 50% superior a una jornada laboral normal.

8 – Contrato para la formación y el aprendizaje

Este tipo de contrato está pensado para jóvenes de entre 16 y 25 años que no dispongan del título de cualificación profesional reconocido por el Subsistema de Formación Profesional para el Empleo.

Apto para personas de hasta 30 años de edad hasta que la tasa de desempleo no sea inferior al 15%, con el que se pretende que los beneficiarios puedan obtener formación tanto teórica como práctica.

La duración de este tipo de contratos oscila entre uno y tres años, con una jornada laboral de un máximo del 75% durante el primer año, ampliable hasta el 85% durante los dos años posteriores.

9 – Contrato con compromiso de contratación

Basado en la contratación para personas en desempleo e inmigrantes en sus países de origen, cuyo objetivo principal es fomentar la reinserción laboral a través de la formación.

La actual normativa marca que este tipo de contratos deben tener una duración mínima de seis meses, y que pueden llegar a ser indefinidos en cualquier momento. La empresa se compromete a contratar al menos al 60% de los trabajadores en situación de becario.

10 – Programas de empleo y formación públicos

Este tipo de programas están diseñados para jóvenes menores de 25 años que no dispongan de formación ni experiencia laboral, y se encuentren en una complicada situación para acceder al mercado laboral.

La duración de estos programas de empleo y formación públicos es de entre uno y dos años, recibiendo una formación teórica durante los primeros seis meses, y una formación práctica durante el resto del programa.

Están gestionados por la Administración en colaboración con entidades sin ánimo de lucro, que se encargan de financiar el coste total del alumno y facilitarle el acceso a una beca que por lo general, suele ser el correspondiente al 75% del Salario Mínimo Interprofesional.

 

Conclusión

Ahora que ya conoces los diferentes tipos de contratos de becario y las condiciones de cada uno de ellos, es importante que no te dejes engañar y que te asegures de que se cumplen todos los derechos y obligaciones por parte de la empresa.

Si te ha quedado alguna duda, contacta con nosotros y el equipo de asesores laborales de AYCE Laborytax se encargará de ofrecerte la información y el asesoramiento que necesitas.