La afición española por inventar y patentar ingenios de todo tipo es bien conocida, tanto como desconocido es el lugar en el que se realiza el registro de marcas y patentes. Para las empresas de todos los tamaños, y muy especialmente para las pymes, es muy conveniente conocer cómo y dónde se tramitan estos títulos. No siempre es fácil encontrar una información clara y concisa, así que, si la está buscando, es bueno empezar por el principio.
El Registro de Patentes y Marcas en España
Corría el año 1478 cuando se hizo constancia del primer artilugio español en los Reales Privilegios de Invención, los antecedentes del actual registro de marcas y patentes.
En la ciudad de Sevilla, el médico Pedro Azlor desarrolló un nuevo sistema de molienda. Ante tal avance, la reina Isabel la Católica le concedió protección en todos sus reinos durante 20 años. En ese periodo solo podría utilizarlo el inventor o quien le pagara 50.000 maravedíes.
Desde entonces hasta hoy, en España se han registrado todo tipo de inventos. Algunos tan universales como el submarino, el autogiro, la jeringuilla desechable, el futbolín o la indispensable fregona.
La producción hispana no decae y en 2016 se registraron, de media, casi ocho patentes cada día.
Cualquier persona que quiera apuntar su invento en el registro de patentes y marcas debe ponerse en contacto con el organismo público que lo gestiona: la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Este organismo se encarga de ofrecer protección a la propiedad industrial mediante la concesión de patentes, marcas y nombres comerciales, diseños industriales o títulos de protección de las topografías de productos industriales.
Es decir, la OEPM protege la configuración y características del producto en cuestión contra cualquier intento de plagio o copia no autorizada.
Para llevar a cabo su labor, la oficina de patentes se apoya en las leyes en vigor sobre marcas y patentes. Esto es importante, porque hay una ley de marcas y una ley de patentes.
Ley de Patentes y Marcas
Más de quinientos años después del invento de molienda del doctor Azlor, el Parlamento español aprobó la Ley de Marcas de 2001 que hoy está en vigor, y la nueva Ley de Patentes de 2015.
Esta legislación, conocida en conjunto como ley de patentes y marcas, regula todos los aspectos sobre cómo patentar una marca en España.
Cómo Patentar una Marca en España
Para solicitar un derecho de propiedad industrial se deben presentar ante la OEPM los siguientes documentos:
- Una declaración expresa solicitando el título (la agencia tiene un modelo que se puede descargar de su sitio web en la sección de formularios).
- Datos que identifiquen al solicitante.
- Una descripción, en el caso de patentes y modelos de utilidad.
- En el caso de signos distintivos o del diseño industrial, una reproducción de los signos o diseños con una indicación de los productos a los que se les va a aplicar.
A esta solicitud se le otorga un número de expediente y se registra el día, la hora y el minuto en el que fue presentada.
Cabe destacar que, como en el caso del privilegio otorgado por Isabel la Católica, la patente tiene una duración de 20 años improrrogables, que empiezan a contar en la fecha de presentación de la solicitud.
A diferencia de la patente, la marca sí se concede como derecho exclusivo y se puede prorrogar transcurrido el tiempo de la concesión. Los nombres comerciales, como las marcas, también se pueden prorrogar indefinidamente.
La diferencia entre una marca y nombre comercial
Una marca es un título que se concede a las palabras o combinaciones de palabras, imágenes, símbolos, gráficos, envases, envoltorios, etc. Sirven para identificar un producto o un servicio.
Sin embargo, el nombre comercial es un título que se concede al identificador de la empresa en el tráfico mercantil. Es decir, una marca puede ser un artículo producido por un nombre comercial.
Un aspecto unifica todos estos títulos, ya que tanto las marcas y los nombres comerciales como las patentes deben registrarse en el mismo organismo público ya citado: la OEPM.
Derechos de Propiedad Industrial Supranacionales
Un último dato importante tiene que ver con los derechos en el extranjero. Cuando se van a realizar actividades en el exterior es conveniente contar con el correspondiente registro en instancias supranacionales.
Es el caso de los títulos de marca europea (que se puede registrar en la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea) marca internacional y patente europea, que se pueden tramitar en la OEPM.
Por último, como era de suponer, todas las concesiones de títulos deben satisfacer unas tasas, que varían según sus características.
Lo importante es que, en la actualidad, a través del portal en línea de la Oficina Española de Patentes y Marcas, se pueden gestionar todas las solicitudes de una forma mucho más cómoda y rápida que en los tiempos del ingenioso don Pedro Azlor.
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