El objetivo de toda empresa o negocio es mejorar en el día a día y tratar de alcanzar los objetivos marcados a corto, medio y largo plazo. Para conseguirlo, contratar un auditor externo que sea capaz de realizar un completo diagnóstico de los diferentes departamentos de la empresa, es una posibilidad a tener en cuenta, ya que favorecerá el crecimiento de tu negocio y te permitirá solucionar cualquier área que pueda presentar dificultades.

¿Qué es un auditor externo?

Un auditor externo es una persona que forma parte de un despacho o de una empresa de auditoría, que ofrece sus servicios a una empresa para revisar y hacer una auditoría de manera independiente, con el objetivo de proponer alternativas que permitan optimizar el uso de los recursos y buscar las soluciones más eficaces que favorezcan el crecimiento del negocio.

El auditor externo debe estar inscrito en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC) del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC).

El objetivo de contratar un auditor externo es que pueda revisar y analizar el funcionamiento de una empresa, para así detectar posibles anomalías o deficiencias que estén perjudicando a su viabilidad y crecimiento. Al tratarse de una persona ajena a la naturalidad de la empresa, podrá realizar la auditoría de una manera objetiva, buscando las soluciones que corrijan y mejoren un proyecto empresarial, cumpliendo siempre con la legalidad.

Dicho esto, realizar una auditoría externa no debe entenderse como un gasto adicional para la empresa, sino como una inversión que ayudará a optimizar la gestión y mejorar el funcionamiento del negocio, a través de los conocimientos y la experiencia de un auditor externo profesional, totalmente independientemente.

¿Cuándo contratar un auditor externo?

La contratación de un auditor externo por parte de una empresa puede ser voluntaria u obligatoria, y es que existen ciertos motivos que pueden llevar a una empresa a querer realizar una auditoría.


Te interesa:

¿Qué es una due diligence y cuándo es necesario hacerla?


Cuando se realiza una auditoría de forma voluntaria, se hace con el objetivo de buscar la transparencia y fiabilidad de la propia empresa, realizando un completo diagnóstico de las diferentes áreas de funcionamiento que permitirá detectar posibles fallos que estén perjudicando a la correcta gestión y al buen funcionamiento.

Pero hay otras situaciones en las que la auditoría debe hacerse de manera obligatoria, para cumplir con los diferentes parámetros marcados en la Legislación mercantil.

La auditoría externa es obligatoria para todas aquellas empresas que cuenten con más de 2,8 millones de activos, 5,7 millones de cifra de negocio o una plantilla con más de 50 trabajadores. Si se dan dos de estos tres aspectos durante dos años, la empresa estará obligada a auditarse.

El Real Decreto 1517/2011, de 31 de octubre, recoge todos aquellos criterios que obligan a una empresa a someterse a una auditoría externa.

Por otro lado, el coste total de una auditoría externa dependerá del volumen de cada negocio.

Ventajas de realizar una auditoría externa

La principal ventaja de realizar una auditoría externa es que te permitirá conocer el estado en el que se encuentra tu negocio, tomando las medidas oportunas para solventar cualquier problema que haya podido aparecer al realizar la auditoría.

Si el informe realizado por el auditor externo es favorable, significará que el funcionamiento de la empresa es el correcto para conseguir alcanzar los objetivos marcados. Asimismo, certificará que las cuentas anuales reflejan la verdadera situación económica de la empresa.

Dicho informe será muy útil si la empresa desea obtener financiación por parte de terceros, busca recibir algún tipo de subvención o acudir a concursos y/o licitaciones públicas.

Además, el auditor externo evaluará el sistema de control interno de la empresa, comunicando cualquier tipo de debilidad encontrada. Hay que tener en cuenta que un auditor actuará a su vez como un asesor, recomendando las posibles acciones de mejora que podrán solucionar estas debilidades, cumpliendo en todo momento con la legislación actual.

En definitiva, la contratación de un auditor externo es altamente beneficioso para conocer el estado en el que se encuentra una empresa, siendo recomendable, especialmente para aquellas empresas están en pleno proceso de expansión o crecimiento; puesto que contarán con la opinión de un experto que les permitirá mejorar la gestión del negocio.

Conclusión

Un auditor externo es una persona totalmente independiente a una empresa, que se encargará de analizar las diferentes áreas de funcionamiento, con el objetivo de detectar posibles fallos de gestión y buscar las mejores soluciones para solventarlos.

En AYCE Laborytax contamos con un amplio equipo de expertos en auditoría para empresas, que te ayudará a construir una empresa sana, fuerte y perfectamente gestionada.