Diferencias entre nuda propiedad y usufructo

En AYCE Laborytax somos conscientes de lo complicado que puede resultar el mundo inmobiliario para el ciudadano de a pie. Por ello en el post de hoy hemos querido tratar un tema tan interesante como la nuda propiedad y usufructo, explicándote en qué consiste cada término y las diferencias existentes entre ambos.

¿Qué es la nuda propiedad de una vivienda?

Al hablar de nuda propiedad nos estamos refiriendo a la propiedad de una vivienda por parte de un individuo, que en ningún caso puede utilizar o disfrutar.

El término nuda propiedad se emplea debido a que la vivienda está, de algún modo, desnuda.

Dicho esto, en la nuda propiedad un individuo es dueño de la vivienda, pero no tiene derecho al usufructo, o lo que es lo mismo, al uso y disfrute.

¿Y el usufructo de una vivienda?

El usufructo es la utilidad o provecho que se obtiene de una cosa.

Esto significa que aquella persona que posea el usufructo de una vivienda, tiene pleno derecho a disfrutar de ella, siempre con la obligación de conservarla, sin llegar a ser el propietario en ningún momento.

La persona usufructuaria no tiene derecho a realizar modificaciones, gravar o vender la vivienda.

Principales diferencias entre los derechos de nuda propiedad y usufructo

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Vistas las diferencias entre nuda propiedad y usufructo, es importante subrayar que se trata de dos derechos distintos.

En caso de disponer únicamente de la nuda propiedad, la persona será dueña de la vivienda, pero no podrá disfrutar de ella, ni llevar a cabo ninguna acción que le otorgue beneficios económicos.

Por otro lado, las personas que cuentan únicamente con el derecho al usufructo de una vivienda, tendrán derecho a disfrutar de ella, pero en ningún caso serán los propietarios.

Aquí merece la pena destacar que el derecho de usufructo es temporal, lo que significa que llegará un momento en el que dicho usufructo finalice.

¿Se puede vender la nuda propiedad de una vivienda y continuar disfrutando de ella?

En los últimos tiempos hemos podido ver como muchos propietarios de viviendas se han acogido a la fórmula de vender la nuda propiedad, manteniendo el usufructo de la vivienda.

Esto les permite vender su casa, obtener todos los beneficios económicos, y continuar viviendo en ella sin tener la posesión de la misma.

A esta fórmula se suelen acoger especialmente personas libres de herederos, personas de avanzada edad que buscan mejorar su calidad de vida, con apuros económicos, así como aquellos que buscan asegurar el bienestar de sus hijos o familiares cercanos.

5 Puntos clave de la nuda propiedad

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Pleno dominio

Al comprar una vivienda en su totalidad, una persona obtiene el pleno dominio de la propiedad, o lo que es lo mismo, la nuda propiedad y el usufructo.

Si dicha persona más adelante decide vender únicamente la nuda propiedad, significaría que continuaría disfrutando del usufructo de la vivienda hasta el momento de su fallecimiento.

¿La nuda propiedad ofrece posesión inmediata?

La nuda propiedad de una vivienda hace referencia al derecho que tiene una persona sobre esta, pero no al derecho a disfrutarla.

Si una persona adquiere la nuda propiedad de una vivienda, será la propietaria desde el momento en el que se formalice la compra, pero no la poseedora, ya que el usufructo todavía continúa perteneciendo al anterior propietario.

La nuda propiedad da derecho a disfrutar la vivienda al finalizar el usufructo

La persona que adquiera la nuda propiedad podrá disfrutar de la vivienda una vez se haya extinguido el usufructo, ya sea por fallecimiento o por otras razones.

El usufructuario podrá obtener beneficios económicos de la vivienda

La venta de la nuda propiedad permitirá a la persona usufructuaria continuar disfrutando de la vivienda, pudiendo incluso alquilarla en caso de no querer vivir en ella, y obtener los beneficios íntegros de dicha renta.

La persona usufructuaria tiene derecho a disfrutar de la vivienda para siempre con una total garantía, siempre y cuando así se haya registrado mediante una escritura ante notario.

Además, recibirá el importe de la venta de una sola vez, en el momento en que se traspase la nuda propiedad.

Gastos compartidos

Al vender la nuda propiedad, el propietario de la vivienda así como el usufructuario compartirán gastos.

La persona que disfruta de ella deberá afrontar únicamente los gastos ordinarios como la luz, el gas o el agua, mientras que la propietaria tendrá que encargarse de los gastos de comunidad, el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) o la tasa de basuras, entre otros.

Conclusión

En definitiva, el derecho a nuda propiedad y usufructo da pie a una fórmula que permite a una persona vender su casa, mientras continúa viviendo en ella.

Vistas las diferencias existentes entre la nuda propiedad y el usufructo, si todavía te quedan dudas, puedes ponerte en contacto con los asesores de AYCE Laborytax. Estaremos encantados de atenderte y asesorarte en todo lo que necesites.

¡Te esperamos!