Mucho se ha hablado en los últimos meses sobre los impuestos que se deben pagar en el momento de ser beneficiario de una herencia y, por tanto, cómo afecta dicha declaración de herencia en la Renta. No obstante, no muchas personas conocen realmente todos los requisitos que se deben cumplir en esta circunstancia. Por ello, en el presente artículo se van a exponer cómo se tienen que declarar las cantidades y bienes recibidos tras aceptar una herencia.

La declaración de herencia genera más de un quebradero de cabeza a aquellas personas que son herederas tras la muerte de un familiar o alguien de su entorno cercano, y lo que en ocasiones hace valorar su renuncia, incluso en los casos de herencia legítima.

¿Qué hay que tributar en concepto de impuestos de herencia?

En primer lugar, conviene dejar claro que todas las cantidades y bienes heredados no tributan en el IRPF, es decir, no todas hay que incorporarlas en la declaración de la renta que presentamos cada año a la Agencia Tributaria.

El principal motivo es que, a pesar de que hayamos obtenido unos ingresos determinados gracias a una herencia de dinero en efectivo o bien hayamos aumentado nuestro patrimonio por recibir ciertos bienes, en el caso de las herencias existe un impuesto específico: el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.

Este impuesto hay que presentarlo al aceptar una herencia en el plazo de 6 meses desde el momento del fallecimiento de la persona y se aplica de forma directa sobre todos los bienes que se heredan.

El importe que definitivamente haya que pagar en la declaración de la herencia va a depender lógicamente de las cantidades y bienes recibidos y de la legislación que aplique en cada momento, tanto la de ámbito nacional como la de carácter autonómico.

Una vez pagado este impuesto, en el caso de que haya inmuebles en suelo urbano en la herencia, también se debe pagar, a los ayuntamientos en este caso, la plusvalía de herencia, cuyo fin es tributar por el aumento del valor del inmueble desde el momento en que se compró por parte del fallecido y la fecha en la que es heredado.

Por tanto, una vez pagado este impuesto se puede decir que no tengo que declarar en la renta lo que he heredado, por lo que no tendré que pagar más IRPF.

No obstante, esto no quiere decir que recibir una herencia no afecte en ningún caso a la declaración de la renta, ya que por supuesto que sí afecta en determinadas circunstancias.

En este punto, hay que saber diferenciar 2 cosas que son totalmente distintas:

  • Las cantidades y bienes que se heredan de forma directa, gravados en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
  • Los rendimientos generados por las cantidades y bienes heredados.

Declaración de la Renta: Cómo tributa una herencia

Como se ha introducido anteriormente, la pregunta que todo el mundo se hace es la siguiente: «cómo afecta la herencia en mi renta».

De forma simple y antecediendo a la explicación posterior, se puede decir que en la Declaración de la Renta deberemos tributar por todo lo que hemos ganado (o perdido) gracias a los bienes recibidos en la herencia.

De forma simple, en la Declaración de la Renta se deberán incorporar los siguientes aspectos:

  • Los intereses generados por el dinero heredado desde que está en su cuenta corriente, tratándolos en este caso como capital mobiliario.
  • Los dividendos obtenidos tras recibir en la herencia acciones de alguna entidad, siempre teniendo en cuenta que los primeros 1.500 euros de dividendo siempre están exentos en el IRPF, al menos hasta que la normativa cambie este aspecto.
  • Igualmente, tendré que declarar en el IRPF las pérdidas o ganancias patrimoniales que obtenga como consecuencia de las acciones anteriores.

Por otro lado, la herencia de un piso tributa en el IRPFen determinadas ocasiones. En el caso de que parte de la herencia sea la propiedad total o parcial de un inmueble, o el usufructo del mismo, se deben incorporar en la declaración del IRPF las rentas inmobiliarias siempre que dicho inmueble no constituya la vivienda habitual.

También se deben declarar, si se da el caso, los importes recibidos en concepto de alquiler si el inmueble estuvo alquilado, o las ganancias patrimoniales si se vendió.

No obstante, en el caso de que no se haya puesto en alquiler el inmueble heredado, se debe tributar en el IRPF por el mismo debido a la imputación de rentas inmobiliarias, uno de los componentes de la renta de cualquier contribuyente junto a: los rendimientos del trabajo, rendimientos del capital y de actividades económicas, así como las pérdidas y ganancias patrimoniales.

Teniendo en cuenta todo lo que se ha comentado en el artículo, la recomendación es siempre contar con expertos en la materia que sepan identificar a la perfección los conceptos a incluir en cada uno de los impuestos que se deben pagar tras recibir la herencia, asegurando con ello el cumplimiento de la normativa y evitando futuras sanciones.