Los profesionales que se dan de alta en autónomos, además de tener que conocer y estar informados sobre los derechos y deberes de dicho régimen laboral, deben estar al tanto de los trámites de contabilidad que hay que ejecutar para que la actividad que realicen sea desarrollada con notoriedad. Cabe destacar que tiene gran relevancia cuánto tiempo se guardan las facturas, es decir, el control de facturación que se debe tener para estar en orden con la Administración.

En el momento en el cual estés dado de alta en autónomos, podrá realizar facturas y comprobantes para poder recibir el pago a través de todos los sistemas que se encuentren a su disposición, además de los movimientos que haya hecho en su actividad.

Es de gran importancia que tenga una copia de las facturas que haya hecho, así como los recibos que perciba.

Modelos de facturas: ¿Cómo factura un autónomo?

En las facturas de los autónomos siempre deben aparecer los datos de identificación del trabajador, al igual que los de las empresas o personas a quienes se brinda el servicio.

Un profesional autónomo tiene que facturar con el DNI o NIF. Sin embargo, las empresas lo hacen con el código de identificación fiscal.

Por otra parte, las facturas han de estar reconocidas con una numeración progresiva correspondiente, incluyendo la fecha en la que han sido emitidas.

Igualmente, para que un escrito logre tener el carácter de recibo, debe componerse de un cuerpo principal en el que se especifiquen los servicios o artículos proporcionados con su coste adjunto.

¿Qué modelos de facturas existen?

1. Proforma

Es un escrito donde se especifica una oferta comercial. Este es emitido antes de precisar la venta, por lo que sirve como un adelanto del recibo comercial.

2. Rectificativa

Este tipo de factura se emite en el caso de que en la factura principal no se formalicen todos los requisitos que establezca la ley o en el caso de que haya algún error con los artículos. Pero este escrito, aparte de registrar ciertas correcciones en la factura habitual, también debe contener información imprescindible.

3. Albarán valorado

Este otro modelo de factura para autónomo se trata de un documento que confirma la entrega del género. Este documento no solo muestra detalles sobre el género, sino también lo que vale el mismo.

 

Factura electrónica

Es un modelo de factura en la que no se utiliza papel. Equivale a la factura en papel, pero esta consiste en la emisión de facturas a través de mecanismos electrónicos.

La factura electrónica impulsa a que las instituciones y empresas dejen a un lado las facturas tradicionales y las sustituyan por un documento feudatario generado electrónicamente, con la misma validez que la habitual. Todo el período de facturación puede realizarse de manera electrónica.

Esta factura es enviada por el vendedor para que la reciba el comprador por medio de sistemas informáticos para preparar la venta.

¿Qué aspectos debo tener presente al crear mis facturas?

No debe olvidar que en las facturas debe cargar el IVA que corresponda. De hecho, hay acciones que tienen regímenes específicos de IVA, lo que quiere decir que hay algunas que cuentan con un modelo reducido y otras que están libres de IVA.

También debe descontar una proporción de la factura debido al IRPF, que es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Esta proporción varía según la actividad profesional que haya desempeñado, por lo que es muy importante estar informado sobre el tipo de retención que le corresponda.

¿Por qué tengo la obligación de conservar mis facturas?

Guardar la factura de autónomos es una obligación. Es una función primordial como empresario, aunque no resulte del todo sencillo.

Es una obligación relevante, ya que le puede servir para evitar recibir sanciones por otros asuntos si lo hace de forma ordenada.

Lo ideal es que tenga un archivo con todas las facturas que tenga de nombre «mis facturas», donde así podrá encontrar las facturas emitidas y recibidas.

¿Cómo hay que guardar las facturas?

Es muy importante tener las facturas que haya emitido a terceros en Excel o Word, tanto como las que haya recibido por haber efectuado diferentes gastos o compras, porque en ella constarán los servicios que haya realizado.

El tiempo que debe conservar una factura depende de la norma tributaria, mercantil o penal.

Según la tributaria, es de cuatro años desde la finalización de la etapa voluntaria de presentación de la declaración que se corresponda con la acción realizada. Si la norma es mercantil, será de seis años. Por último, la norma penal regula que el tiempo es de cinco a diez años.

Finalmente, puede encargarle la gestión de sus facturas a los gestores contables de Ayce Laborytax, ya que puede que no cuente con el tiempo suficiente para poder hacerlo o en el caso de que desconozca cómo se realiza. Le resultará una opción muy práctica.